Cada mal paso queda,
como un tatuaje,
grabado en la forma de la letra.
Más veo, más camino,
más me confundo.
Al comenzar,
nadie avisa como se para.
Solo sigo.
Recuerdo que siempre me han gustado
los días de viento.
Me equivoco tanto,
y la vida se las arregla para seguir siendo bella.
La sola silueta de aquella mujer
aprontando el mate
basta y sobra para salvar
a la humanidad toda.
Kevin Jones
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