Este relato, fue recreado y reinventado por los chicos del Taller de literatura infantil de la Biblioteca Popular.
Valentín se levantaba apenas asomaba el sol, a esa hora nadie lo molestaba.
Se lavaba su carita, se cepillaba los dientes, se peinaba, se ponía su ropa su gorro, y sus zapatones.
Listo salía y se asomaba detrás de los árboles del gallinero…
Un sol enorme empezaba a calentar la tierra cuando un ruido desconocido asustó a Valentín.
Un gran plato bajó, abrió sus puertas por la que salieron unos personajes rarísimos. Ni hombres, ni animales. ¿Qué eran?
Valentín no entendía nada y se preguntaba: ¿quiénes son? ¿qué hacen aquí?
Riéndose los raros dijeron: ¡un ratón! ¡vamos a llevarlo!
Valentín corrió a esconderse entre las plantas del jardín.
Lo buscaron por todas partes sin encontrarlo.
La nave remontó vuelo y desapareció.
Valentín que estaba asustadísimo, contó lo que había vivido; casi nadie le creyó.
Solo Copete y Pinty que sabían que el ratoncito nunca mentía.
La gente de la casa solía comentar que se veían aparatos extraños pero nadie sabía de dónde venían ni a qué .
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